Entradas populares

24 de junio de 2019

Jaula de Colores

Camino por la calle con la mochila pesada, llevo historias, llevo trapos, llevo un par de gritos ahogados. Tengo el arte bien adentro que se asfixia en mi camisa.
Tengo a mi viejo en algún lado porque se fue algo temprano. Mato un poco mi arte sin ni siquiera mirarme. Tengo a mi vieja en un altar hermoso que de tanto en tanto me deja sin aire reprimiendo mis colores y pidiéndome más números. 
Gracias a Dios tengo a mi hermana que me alegra las mañanas, que comparte ya mis mañas. Un par de compañeros en un colegio viejo, con más juventud y alegría que LOS brazos de María.
Camino por la calle con la mochila pesada, llevo un mambo en mi cabeza y un cosquilleo en cada mano. De repente extiendio el brazo y de mi dedo sale una mancha de pintura verde que va a parar a la pared. No me reconozco, ¿Qué me está pasando? 
Sigo caminando y parece que no avanzo, me miro los zapatos para ver si estan pegados, pero no. Miro a un costado y veo la mancha que pinté hace dos cuadras. Estoy caminando en círculos… o tal vez nunca me moví.
Miro para atrás y veo que mis pisadas son de color. Cierro los ojos y los abro de nuevo, pero siguen ahí. Me estoy volviendo loco, aunque nunca me creí cuerdo. Esos colores reflejan vida pero por dentro me siento un poco muerto. 
Una sensacion recorre mi piel, crei que era ella pero solo era el recuerdo de sus caricias que deje en la iglesia. Una palabra desde el inconciente aparecio en mi frente: felicidad. No se como hice para leerla, solo se que estaba ahí. 
De repente mi mente se lleno de voces y recuerdos. Un golpe, una lagrima, sus ojos. La ausencia, el miedo a la presencia. Mi mama llorando y un abrazo. Ella que me decia que yo puedo y yo que no le creo. Mi papa dando un portazo o no abriendo la puerta. Ella. No, ella no, sus palabras, su confianza en mi.
¡Basta! ¡Que termine esto! Tengo bronca, tengo miedo, no tengo rumbo.
Corro como si mi vida dependiera de ello. Corro con tanta rabia que mis piernas explotan en mil colores. La calle gris ahora vive, vive de algo que exploto en mi.
Me arrastro mientras lloro sin parar. Las voces en mi cabeza no me dejan de hablar y algo en mi pecho va a estallar. 
Como si fuera brujeria, tomo de mi pecho mi fuente de vida con la intencion de romperlo para que no duela mas. Pero viendolo y sintiendolo latir en mis manos, no pude hacerlo. Era yo que aun queria ser feliz. 
Lo deje en su lugar y volvieron las voces. Solo entonces descubri que no habia otra certeza que lo que mi corazon gritaba, y no lo que habitaba en mi cabeza.
Volvi a llorar mas fuerte aun, conmovido por esa revelacion. Me senti tan indefenso, fue como volver a nacer. 
De la bronca, de la impotencia, comence a golpear mi cabeza contra el pavimento al grito de ¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué? Fue gradual, al principio solo susurraba, luego aumente el volumen, asi como la fuerza de los golpes. No se como pero en el momento en el que grite bien fuerte al cielo el ultimo ¿Por qué? Y golpee mi cabeza contra el suelo, exploto. 

De mis cesos salian los colores mas vivos que alguien se podria imaginar. Pintaron toda la ciudad solo para mi, y mis neuronas inundaron las calles de sueños y metas.
Nunca habia sido mas libre que cuando me fui desarmando de a poco y rompi mi cabeza por amor a mi. Porque solo basta un latido para saberse vivo. 
Porque soy la mochila pesada.
Porque soy la mochila liviana.
Porque soy el cartel en mi frente.
Porque soy un poco demente.
Porque soy las manchas de mi cuerpo y las manchas que dejo en otros.
Porque soy el color que embellece.
Porque soy Arte.
Porque soy yo.
Porque soy vida.